miércoles, 12 de junio de 2013

Sobre la colección de Fanzines Resistencia de Patricia Pietrafesa

http://resistenciazinepunk.blogspot.com.ar/

Antes que fuera posible tipear en una computadora y subir a la red un texto, una foto o un video como si nada, la existencia de publicaciones gráficas under como los fanzines, o años antes las revistas subte, era uno de los pocos medios que tenía un movimiento contracultural, en este caso el del punk-rock, para establecer redes, informarse, expresar una opinión o una interrogación. Quienes se sentían disconformes con ciertos aspectos de la cultura establecida y aceptada  por la sociedad, como cuenta Pilar Arrese que le pasaba en su adolescencia, hoy compañera de bandas de la editora de "Resistencia", sufrían el aislamiento de no compartir con nadie ni su enojo ni sus intereses o no encontraban  lo que les interesara por no tener referentes cercanos. Ahí leería Pilar por primera vez sobre la verdadera cara del "Descubrimiento de América" cuando en la escuela todavía se festejaba el 12 de octubre como "El día de la raza", por ejemplo, o de los casos de represión policial que en democracia se seguían cometiendo. Gracias a la lectura del fanzine empezó a ir a la biblioteca anarquista José Ingenieros en Villa Crespo, y así muchos jóvenes leyeron aquellos números enterándose de sus derechos si los agarraba la policía, de lo que pensaban los músicos de las bandas de punk rock que seguían, de vegetarianismo, de feminismo, de las manifestaciones autorganizadas -una de ellas contra la instalación de la cadena Mc Donalds- y también encontraban comentarios sobre libros, películas (a cargo de Marcelo Pocavida), reseñas sobre otros fanzines, etc...

Patricia Pietrafesa, ideóloga y bajista de dos bandas de la escena punk rock, Sentimiento incontrolable y Cadáveres de niños, hoy lo es de She Devils y las Kumbia Queers. La idea de hacer un libro con los Fanzines Resistencia que se publicaron entre 1984 y el 2001 era dejar testimonio de este aporte  a la cultura punk rock subterránea, antes que aquellas fotocopias se destruyan o se pierdan. Este libro tiene múltiples lecturas posibles, se me ocurren algunas: la del investigador que rastrea, para hacer una historia de las ideas, la del que vivió esas épocas y lo mira como álbum de recuerdos o diario de su propia vida, la del que no tiene ni idea de qué se trata nada y entra por primera vez al mundo de los fanzines de curioso nomás, la del adolescente de hoy que aún con internet al alcance de la mano tiene la mitad del trabajo hecho con esta recopilación que lo introducirá a un enfoque cuestionador del orden establecido..

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